Siempre que termino de leer un libro, Me pregunto ¿Qué puedo aprender de él?
Si se aplica algo a mi vida cotidiana. y por su puesto si valió la pena el tiempo invertido.
En esta ocasión, leí ¨Cien Años de Soledad¨ de Gabriel García Marquez. En verdad considero que el libro cumple con sus cometidos, por todos los días que lo leí, pensaba en la forma de vivián en la ciudad de Macondo, Los enredos de los personajes fueron tejiendo en mí la comparación inmediata con mi vida, con mis constumbres, con la forma de ver la vida, de encerrarse en un rincon de mi casa y disfrutar página a página, nada que ver con la televisión que te hace cada vez perder la imaginación. Porque lo presenta todo.
Al final la moraleja es muy simple, siempre termina lo que empezaste porque tarde o temprano todo se vuelve a repetir. Lo que una vez fue, llegará su tiempo y lo será aunque,sea 100 cien años después.
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